viernes, 14 de enero de 2011

¡Fuego!... ¿ o no ?

-Los años me han enseñado a unirme con tierra y agua... he aprendido a escuchar la platica amena del viento y fundirme en él, pero ni el calor abrazador del desierto ni la llama que crece en mi alma me han enseñado a conocer el fuego; Pronto se hará de noche y no sé si con la Luna en el cielo me alcance para ver con claridad...
Me pregunto... si con la luna también volverá...

Alzó su mirada al cielo y se clavó en la luna, el sol avanzaba lentamente hacia su muerte por el lado contrario.
Recorrió con sus manos el tronco seco, lo abrazó, aun no era capaz de abarcar su contorno. Se volvió una vez más hacia la luna y extendió sus brazos, las palmas de sus manos al cielo, cerró los ojos, como quien se entrega a su sino, lentamente recorrió por todo su cuerpo una energía, como un azul intenso, como un choque invisible, sangre viva y ardiente, desde su pecho y con fuerza, un torbellino emanaba de su ser, el viento sopló un susurro.
Este ritual se había vuelto vital para Erph. Inhalo y exhalo profundamente.
- ¿... Qué deseas...?.- pronunció Viento entre interferencias y "s" alargadas.
- Quería preguntarte algo...
- ¿No sera... lo mismo... de ayer?.- Su voz se escuchaba lejana
- Sé que es lo mismo de ayer y de todos los otros días... pero... hoy ha salido la luna y se está haciendo de noche... ¿tú lo sabes verdad?... ¿volverá?
- ¿a que le temes... Erph...? la noche no será tan oscura... tu posees... luz propia...
- No me has respondido... ¿Viento?- No hubo respuesta- ¡Ah! por qué no respondes de forma concreta- Vociferó con un nudo de rabia en la garganta, no tenía ni fuerza ni ánimos como para seguir de pie, menos caminar. Se dejó caer y miró por última vez aquel día que agonizaba ante la presencia de la luna. cerró los ojos e intentó recuperar energía, lo intentaría una vez más, antes que la noche se apoderara de aquel lugar. Palmas al cielo, primero el viento se arremolinaría en sus manos, luego aparecería una pequeña esfera azulosa, luego se volvería carmesí y luego cual botón de rosa se iría abriendo... ¡Fuego!... pero no, aun no lo lograba... decidió concentrar toda su energía en una sola mano, la izquierda, la esfera era ahora más grande, azul , verde, violeta , carmesí, lentamente tomó la forma de una rosa, se abrió esplendorosa dejando caer sus dorados pétalos sobre su antebrazo.
Un dolor indescriptible lo sacó de su trance, un destelló cubrió todo a su alrededor, por unos segundos no logró ver nada, su piel estaba calcinada, rápidamente sacó agua de su morral y la vertió sobre su piel dañada, y con su mano derecha sobre la misma realizó la curación con la poca energía que aun le restaba, el agua se volvió de un tono esmeralda y su piel sanó casi por completo, aun estaba muy sensible y estaría así por varios días más, rasgó parte de su ropa y se improviso un vendaje.
los pétalos dorados yacían hechos ceniza.

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