Mientras Dem se precipitaba a las profundidades, sumergido en su inconsciencia, el viento de las alturas llevó a Gris hasta un lugar que le pareció seguro, las "mariposas" seguían revoloteando a su alrededor, era lo único conocido a su alrededor. Miraba con desolación el nuevo paisaje que la rodeaba, estaba muy lejos del mar, de la balsa, muy lejos de Demious...
El sol comenzaba a derretirse, dejando en el horizonte una estela de fuego y una gran humareda entre los cerros, pero esto estaba muy lejos también. Se veía nacer una nueva noche y en el corazón de la pequeña nacía también el temor de que al día siguiente estuviera aun más perdida y desolada, pero "el reino" es sabio y no dejará a sus hijos abandonados. La luna asomó y junto a ella se abrió en el firmamento el ojo de Deuz, las "mariposas" despertaron a Gris quien se había dormido entre llantos.
La noche era morada y sin estrellas, Gris miró fijamente aquel ojo junto a la luna, era como un ojo de gato, una explosión de verde rodeada de amarillo y unos toques rojos o naranjos tal vez. Daba una sensación de inquietud y a la vez de una gran tranquilidad, iluminando la noche, cuidando y vigilando a sus hijos...
La noche ardió por unos segundos, Deuz comenzaba a manifestarse; no podía dar a la pequeña en una sola noche todo el conocimiento de una vida, pero si podía entregarle algo que le ayudaría a sobrevivir. Una luz celeste, blanca, morada, cegadora envolvió el cuerpo de la niña, trasladándola a un lugar dentro, en lo más profundo del alma del reino, todo vacío, todo blanco, solo la voz ni de hombre ni de mujer, suave y también grabe, una voz neutra, dulce y en susurros.
"Pasarán años antes que despiertes, vivirás solo unos días y habrás de morir ayer. Los días son del frágil tiempo que los gobierna, cada hora, cada minuto y segundo, no olvides su vulnerabilidad, pues son ..."
Las últimas palabras no las lograba recordar al despertar, pero por lo menos ya sabía algo, algo importante y útil, aunque aun no descubría su utilidad.
Había algo diferente en ella al igual que en el paisaje, ya era de día y los cristalinos habían arrasado ya el día anterior. Era momento de partir una vez más a la aventura, con una meta: Demious.
mmmme estuvo weno, aunque lo de la luz celeste morada blanca me cabeceo,no se me gusto el ambiente que crea la historia, esta en especial, espero seguir leyendo más.
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