uy, retomando esto donde quede... malvado colegio que no me dejó escribir pero ¡¡¡por fin es sábado!!!
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Demious por fin pudo cerrar los ojos un momento, Gris tenía una tarea y él podría dormir, entonces Gris miró a su alrededor, el agua, las "mariposas" el cielo despejado, la madera de la balsa, ella pensó que tal vez encontraría algo entre las tablas, se inclinó para poder ver mejor el suelo y buscar algo semejante a un anzuelo o un hilo, dio unas 15 vueltas alrededor de Demious por la balsa sin encontrar nada en absoluto, ella entonces pensó que lo que necesitaba estaba precisamente bajo Demious, intentó despertarlo pero este solo lanzó un par de gruñidos y siguió durmiendo, entonces decidió que debía moverlo, primero su brazo izquierdo; lo puso sobre su cuerpo, luego su pierna izquierda; sobre la pierna derecha, luego el tronco; este último fue el que más le costó mover pero luego de varios intentos por fin lo logró voltear, y lo mejor fue que no lo despertó. Miró el lugar que había estado ocupando Dem y ... nada absolutamente, estaba tan frustrada que pateo el suelo y de una de las tablas se desprendió una astilla, ni parecida a un anzuelo, pero para ella que ya tenía bastante hambre era...- ¡idéntica a un anzuelo, perfecta para pescar!- ahora solo le faltaba un hilo... Se dio unas 10 vueltas más y de pronto vio un hilo flotando en la corriente, pero cuando por fin logró tomarlo no pudo sacarlo del agua, pues parecía estar pegado al fondo, y no tenia nada para cortarlo entonces no tenía hilo para pescar, muy decepcionada y hambrienta se sentó en medio de la balsa y comenzó a llorar, el llanto de la pequeña despertó a Demious, pero por suerte para esta ( que no sabía nadar) Dem ya había descansado lo suficiente como para no arrojarla por la borda.
cuando Dem se incorporó nuevamente vio a una Gris llorando en medio de una balsa con dos "mariposas" revoloteando sobre su cabeza, se acercó y le preguntó que le sucedía, con su animo mucho más calmo, ella lo miró y balbuceó unas frases incomprensibles, luego extendió un mano y le enseñó la astilla que había encontrado, luego gesticuló con su otra mano, tratando de darse a entender mientras balbuceaba y tartamudeaba por el llanto. Demious quedó pensando un momento, tratando de comprender, recordó la tarea que le había entregado, miró a su alrededor y no encontró nada mejor que halar una hilacha de su hombro izquierdo, no se le alcanzó a caer la manga, pero con lo que tenía allí mas otras hilachas varias que fue desprendiendo de su traje logró formar algo bastante decente, tomó la astilla de la mano de Gris y la ató a un extremo, pensando que no lograría pescar nada, pero que por lo menos esta dejaría de llorar.
Gris tomó el hilo con la astilla y la dejó caer al agua y con sus manos sostenía el otro extremo, con esperanzas de que tarde o temprano aparecería algún pez.
las "mariposas" seguían revoloteando sobre Gris, mientras Demious las miraba fijamente tratando de descubrir lo que realmente eran.
de pronto el hilo que flotaba en la corriente se hundió y una sombra negra comenzó a acercarse más y más a la superficie y la balsa, mientras Gris sostenía con firmeza su hilo y miraba fijamente al agua.
- algo va a picar pronto.- dijo con firmeza - lo presiento.- Demious la miró fijamente, las "mariposas" comenzaron a girar sobre su cabeza un poco más rápido y agrandando poco a poco las vueltas que daban, la sombra se seguía agrandando, se seguía acercando, de pronto las "mariposas" habían generado un pequeño remolino que podía levantar a Gris y sacó a Demious también de la balsa.
sábado, 31 de julio de 2010
martes, 27 de julio de 2010
la balsa...
- ¿Dónde estamos? - Preguntó Gris mientras miraba a su alrededor, preocupada por la enorme cantidad de agua que les rodeaba, pues el río se ensanchaba más y más y la tierra firme parecía querer perderse definitivamente.
- No lo sé pequeña, solo sé que no hemos abandonado el reino, debemos buscar el castillo nuevamente...
- ¿Por qué?
Demious se quedó callado, sus ojos miraban todo y a la vez nada, mil recuerdos fugaces atravesaron su mente, mil destellos del ayer, del hoy y del mañana, el día en que llegó al "reino de algún día", su pasado, su futuro tan incierto como cada día en este lugar. Después de mucho tiempo en silencio decidió responder.- Porque debemos ponernos a salvo de los cambios del reino.
- Pero Dem si eres mago podrías hacer magia y apareceríamos allí sin tanto esfuerzo... ¿No es así? - El aludido respiró profundamente, hilvanando sus ideas.
- Veras... ahora no puedo hacer tal cosa...
- ¿Por qué no?
- Porque mi poder se ha debilitado...
- ¿Por qué?
- Porque gaste mucha energía en crear este lugar y porque el lugar mismo absorbe mi poder...
- ¿Cómo?
- No lo sé, por eso debemos llegar al castillo...
- ¿Para qué?
- Para recuperar algo de mi poder...
- ¿Y por qué...?
- ¿Por qué no te callas un minuto?- respondió Demious con tono de impaciencia.
- Es que me aburro, además tengo hambre... ¡Demious! tengo hambre y aquí solo hay agua y mas agua...
- Por lo menos no moriremos de sed... Tendrás que aguantar un rato ya veremos que hacer...
- ¡Pesquemos! yo siempre salía de pesca con mi padre, solo necesitamos un hilo y un anzuelo...
- Bien si encuentras algo así por aquí me despiertas...- Dijo, pensando que con esa tarea Gris se mantendría entretenida y lo dejaría en paz por un buen rato, lo único que deseaba era poder dormir, aun que fuera una hora, pues no había podido dormir y no es de esas personas que pueden no dormir y seguir activas todo el día, no, él se pondría de muy mal humor si seguía despierto y eso no era bueno considerando que solo estaba junto a Gris y en una balsa en lo que a esas alturas del día parecía un océano, solo agua y más agua, pero mantenía esperanzas en que, si por alguna razón no lograba dormir, Gris supiera nadar...
- No lo sé pequeña, solo sé que no hemos abandonado el reino, debemos buscar el castillo nuevamente...
- ¿Por qué?
Demious se quedó callado, sus ojos miraban todo y a la vez nada, mil recuerdos fugaces atravesaron su mente, mil destellos del ayer, del hoy y del mañana, el día en que llegó al "reino de algún día", su pasado, su futuro tan incierto como cada día en este lugar. Después de mucho tiempo en silencio decidió responder.- Porque debemos ponernos a salvo de los cambios del reino.
- Pero Dem si eres mago podrías hacer magia y apareceríamos allí sin tanto esfuerzo... ¿No es así? - El aludido respiró profundamente, hilvanando sus ideas.
- Veras... ahora no puedo hacer tal cosa...
- ¿Por qué no?
- Porque mi poder se ha debilitado...
- ¿Por qué?
- Porque gaste mucha energía en crear este lugar y porque el lugar mismo absorbe mi poder...
- ¿Cómo?
- No lo sé, por eso debemos llegar al castillo...
- ¿Para qué?
- Para recuperar algo de mi poder...
- ¿Y por qué...?
- ¿Por qué no te callas un minuto?- respondió Demious con tono de impaciencia.
- Es que me aburro, además tengo hambre... ¡Demious! tengo hambre y aquí solo hay agua y mas agua...
- Por lo menos no moriremos de sed... Tendrás que aguantar un rato ya veremos que hacer...
- ¡Pesquemos! yo siempre salía de pesca con mi padre, solo necesitamos un hilo y un anzuelo...
- Bien si encuentras algo así por aquí me despiertas...- Dijo, pensando que con esa tarea Gris se mantendría entretenida y lo dejaría en paz por un buen rato, lo único que deseaba era poder dormir, aun que fuera una hora, pues no había podido dormir y no es de esas personas que pueden no dormir y seguir activas todo el día, no, él se pondría de muy mal humor si seguía despierto y eso no era bueno considerando que solo estaba junto a Gris y en una balsa en lo que a esas alturas del día parecía un océano, solo agua y más agua, pero mantenía esperanzas en que, si por alguna razón no lograba dormir, Gris supiera nadar...
domingo, 25 de julio de 2010
nuevo día, ¿nuevo mundo?
una vez que la luz se disipó, se encontraron con la sorpresa de estar sobre una balsa de madera, estaba vacía, solo ellos dos sobre esta vieja balsa que surcaba lo que parecía un apacible y navegable río. mientras Gris recuperaba su movilidad Demious recorría el paisaje con su mirada, buscaba un punto de referencia, era difícil que volviera a un lugar conocido pero bien podría haber una mínima posibilidad de que si estuviera en un lugar al que ya hubiese caído antes, solo debía encontrar un punto de referencia.
Al pasar las horas y no ver nada que se le hiciera conocido decidió recostarse en la balsa y esperar que algo ocurriera, siempre ocurría algo, bueno o malo, ya encontrarían a alguien o algo los encontraría a ellos, solo debían esperar...
Gris mientras tanto jugaba con algo muy semejante a una mariposa, que se había acercado a la balsa, Gris la contemplaba, acercaba a ella sus manos pero esta "mariposa" se alejaba, revoloteaba cerca del agua, se le posaba en la cabeza o en la punta de la nariz y batía sus alas, brillaban con el sol, parecían estar hechas con hilos de plata , entonces llegó una segunda "mariposa", resplandeciente como un sol, sus alas de hilos de oros, las dos "mariposas" revoloteaban alrededor de la pequeña Gris, Demious tenía toda su concentrazión en una nube que parecía tener forma de algo, aun no sabía de que pero lo averiguaría, en realidad la nube solo tenía forma de nube, pero para él era - un dragón... no, no lo es, en realidad parece un dinosaurio... no tampoco, es un animal pequeño, un cerdito, no tal vez un caballo, no, tiene forma de... - y en eso divagaba mientras Gris extendía una de sus manos fuera de la balsa esperando que alguna de las "mariposas" se posara sobre ella, hasta que de pronto el mago estalló en un grito casi desesperado.- ¡aaaaah! ¡de que es la forma de esa nube! - Gris volteó sorprendida.- ¿¡de qué!? ¡vamos nube, dime que eres en verdad! - Gris miró en dirección a la nube, la analizó un poco, volvió su vista a Demious y le contestó.- Tiene forma de nube.- él la miró perplejo, casi había olvidado que no estaba solo, medito por unos momentos la respuesta que le había entregado la pequeña y llegó a la conclusión de que esta tenía razón, de todas las posibilidades que se planteó nunca pensó que la nube en realidad si tenía forma de nube y no de otra cosa. Mientras reflexionaba eso para si, el viento deshizo la nube y despejó nuevamente el firmamento.
Al pasar las horas y no ver nada que se le hiciera conocido decidió recostarse en la balsa y esperar que algo ocurriera, siempre ocurría algo, bueno o malo, ya encontrarían a alguien o algo los encontraría a ellos, solo debían esperar...
Gris mientras tanto jugaba con algo muy semejante a una mariposa, que se había acercado a la balsa, Gris la contemplaba, acercaba a ella sus manos pero esta "mariposa" se alejaba, revoloteaba cerca del agua, se le posaba en la cabeza o en la punta de la nariz y batía sus alas, brillaban con el sol, parecían estar hechas con hilos de plata , entonces llegó una segunda "mariposa", resplandeciente como un sol, sus alas de hilos de oros, las dos "mariposas" revoloteaban alrededor de la pequeña Gris, Demious tenía toda su concentrazión en una nube que parecía tener forma de algo, aun no sabía de que pero lo averiguaría, en realidad la nube solo tenía forma de nube, pero para él era - un dragón... no, no lo es, en realidad parece un dinosaurio... no tampoco, es un animal pequeño, un cerdito, no tal vez un caballo, no, tiene forma de... - y en eso divagaba mientras Gris extendía una de sus manos fuera de la balsa esperando que alguna de las "mariposas" se posara sobre ella, hasta que de pronto el mago estalló en un grito casi desesperado.- ¡aaaaah! ¡de que es la forma de esa nube! - Gris volteó sorprendida.- ¿¡de qué!? ¡vamos nube, dime que eres en verdad! - Gris miró en dirección a la nube, la analizó un poco, volvió su vista a Demious y le contestó.- Tiene forma de nube.- él la miró perplejo, casi había olvidado que no estaba solo, medito por unos momentos la respuesta que le había entregado la pequeña y llegó a la conclusión de que esta tenía razón, de todas las posibilidades que se planteó nunca pensó que la nube en realidad si tenía forma de nube y no de otra cosa. Mientras reflexionaba eso para si, el viento deshizo la nube y despejó nuevamente el firmamento.
miércoles, 21 de julio de 2010
los cristalinos: fin de la noche
bueno, no esperaba que este blog tuviera más visitas aun que el otro que tengo desde hace más tiempo !
me pone muy feliz esto
bueno seguiré con esta historia!
gracias por leer
---------------------------------------------------------oOo-----------
De pronto, Demious sintió algo como un pequeño temblor en el piso, algo iba acercándose hacia ellos, el viento se intensificaba, si tenían suerte los cristalinos llegarían antes que lo que fuera que se les estuviera acercando, otro paso, estaba cada vez más cerca y otro poco más cerca, ¡parecía un terremoto cada paso!- Debe ser enorme...- pensaba para si Demious.-¿qué debo hacer? tengo que pensar rápido...- pero ya era tarde.
Estaba ya frente a ellos un pequeño escarabajo azulado, Demious rió al ver al pequeño frente a sus pies, Gris llevaba un buen tiempo ya despierta, aterrada por los temblores y con un inmenso temor a hablar por los Kelfú, Demious solo notó que su acompañante estaba despierta y aterrada una vez que dejó de sentir su mano, la cual estaba siendo estrangulada por Gris, él intentó calmarla para que soltara un poco su mano, pero mientras estaba distraído, el pequeño escarabajo había crecido desmesuradamente, Gris estaba absolutamente shokeada, sus ojos abiertos como platos, o huevos fritos tal vez, clavados en ese enorme bicho horripilante que había crecido y abría sus fauces con intensiones de ingerir todo lo que hubiese delante suyo, Demious volteo a ver al "pequeño insecto inofensivo" se estremeció igualmente que su joven acompañante, solo que él atinó a levantarse y como Gris no reaccionaba la tuvo que tomar en sus brazos y salir con ella, la cual por cierto no había modificado su posición y cual estatua era transportada, corriendo lo más rápido que podía mientras que el escarabajo avanzaba terriblemente tras ellos sacudiendo el terreno, haciendo que Demious se tropezara y como Gris aun no reaccionaba esto le dificultaba enormemente el andar, pero entonces cuando este "terremoteador-oculto", como le denominó Demious más tarde, estaba por alcanzarlos aparecieron en el horizonte los primeros cristalinos, pronto las espigas se remecieron con mayor intensidad, pronto pasarían sobre ellos los grandes vendavales, pero mientras no fuera así debían seguir corriendo, bueno Demious debía seguir corriendo, Gris seguía sin pestañear y en la misma posición que tenía en el piso.
Ya estaban sobre ellos decenas de cristalinos batiendo sus alas, ululando junto al viento que traían, tras ellos en la distancia se veían los nuevos amaneceres que vendrían, pero no aun, todavía quedaba noche, todavía tenían que correr, todavía había un horripilante escarabajo mutante que les perseguía y ahora además de los terremotos producidos por el andar del escarabajo se sumaban los vientos en contra, los cristalinos ululaban sus cantos nocturnos, el viento no dejaba caminar a Demious, las espigas se mecían vertiginosamente en tierra siguiendo el movimiento de las colas bipartidas de los cristalinos; largas colas cual espigas de trigo, amplias alas, aves hermosas que parecen de cristal, que ululan en vez de silbar, pasaban imponentes.
El escarabajo quedaba atrás, el mago resbalaba una y otra vez y no era por el viento, bueno no de manera directa.
De pronto todo el suelo y el paisaje fue desgarrado como un mantel viejo, desgarrado como el traje viejo y sucio de Demious, arrancado totalmente de su lugar, por unos instantes Demious y Gris quedaron sobre la nada, los vientos de los cristalinos habían arrasado con todo, luego una luz blanca cubrió todo el lugar, bueno todo el vacío...
me pone muy feliz esto
bueno seguiré con esta historia!
gracias por leer
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De pronto, Demious sintió algo como un pequeño temblor en el piso, algo iba acercándose hacia ellos, el viento se intensificaba, si tenían suerte los cristalinos llegarían antes que lo que fuera que se les estuviera acercando, otro paso, estaba cada vez más cerca y otro poco más cerca, ¡parecía un terremoto cada paso!- Debe ser enorme...- pensaba para si Demious.-¿qué debo hacer? tengo que pensar rápido...- pero ya era tarde.
Estaba ya frente a ellos un pequeño escarabajo azulado, Demious rió al ver al pequeño frente a sus pies, Gris llevaba un buen tiempo ya despierta, aterrada por los temblores y con un inmenso temor a hablar por los Kelfú, Demious solo notó que su acompañante estaba despierta y aterrada una vez que dejó de sentir su mano, la cual estaba siendo estrangulada por Gris, él intentó calmarla para que soltara un poco su mano, pero mientras estaba distraído, el pequeño escarabajo había crecido desmesuradamente, Gris estaba absolutamente shokeada, sus ojos abiertos como platos, o huevos fritos tal vez, clavados en ese enorme bicho horripilante que había crecido y abría sus fauces con intensiones de ingerir todo lo que hubiese delante suyo, Demious volteo a ver al "pequeño insecto inofensivo" se estremeció igualmente que su joven acompañante, solo que él atinó a levantarse y como Gris no reaccionaba la tuvo que tomar en sus brazos y salir con ella, la cual por cierto no había modificado su posición y cual estatua era transportada, corriendo lo más rápido que podía mientras que el escarabajo avanzaba terriblemente tras ellos sacudiendo el terreno, haciendo que Demious se tropezara y como Gris aun no reaccionaba esto le dificultaba enormemente el andar, pero entonces cuando este "terremoteador-oculto", como le denominó Demious más tarde, estaba por alcanzarlos aparecieron en el horizonte los primeros cristalinos, pronto las espigas se remecieron con mayor intensidad, pronto pasarían sobre ellos los grandes vendavales, pero mientras no fuera así debían seguir corriendo, bueno Demious debía seguir corriendo, Gris seguía sin pestañear y en la misma posición que tenía en el piso.
Ya estaban sobre ellos decenas de cristalinos batiendo sus alas, ululando junto al viento que traían, tras ellos en la distancia se veían los nuevos amaneceres que vendrían, pero no aun, todavía quedaba noche, todavía tenían que correr, todavía había un horripilante escarabajo mutante que les perseguía y ahora además de los terremotos producidos por el andar del escarabajo se sumaban los vientos en contra, los cristalinos ululaban sus cantos nocturnos, el viento no dejaba caminar a Demious, las espigas se mecían vertiginosamente en tierra siguiendo el movimiento de las colas bipartidas de los cristalinos; largas colas cual espigas de trigo, amplias alas, aves hermosas que parecen de cristal, que ululan en vez de silbar, pasaban imponentes.
El escarabajo quedaba atrás, el mago resbalaba una y otra vez y no era por el viento, bueno no de manera directa.
De pronto todo el suelo y el paisaje fue desgarrado como un mantel viejo, desgarrado como el traje viejo y sucio de Demious, arrancado totalmente de su lugar, por unos instantes Demious y Gris quedaron sobre la nada, los vientos de los cristalinos habían arrasado con todo, luego una luz blanca cubrió todo el lugar, bueno todo el vacío...
lunes, 19 de julio de 2010
continuación.
- Bueno, ya es hora, tenemos que partir, debemos llegar al castillo antes que se haga de noche- miró con preocupación al cielo- ¡que torpe soy! aun no me he presentado... :soy Lorkcrispin, pero puedes decirme Demious, ese es mi seudónimo de mago... ¿y tú, cómo te llamas pequeña?- cuando la niña estaba por responder Demious le tapó la boca y puso su rostro junto al de ella, ambos mirando al horizonte. - ¡shhh! ¿lo escuchas?- giró la cabeza de la pequeña junto con la suya.- es el tiempo, ¿lo sientes?- giros a la derecha y luego a la izquierda, otra vez la vista al frente.- tenemos que correr- tomó a la pequeña de la cintura y la cargó bajo su brazo izquierdo, a pesar de ser un tanto escuálido Demious es bastante fuerte, miró una vez más a su alrededor y comenzó a correr por el prado a grandes zancadas, la pequeña solo alcanzaba a ver una que otra imagen borrosa del paisaje que iban recorriendo, él iba demasiado rápido. de pronto se detuvo frente a un arrollo, dejó a la pequeña sentada sobre una roca y descansó, estaba muy agitado, habían pasado muchos años desde la última vez que había corrido esa distancia y con algún alguien o algo de peso.
- Gris- dijo la pequeña, el mago la miró extrañado, pues el ya daba por sentado que ella era muda.- me llamo Gris... ¿por qué nos hemos detenido?- preguntó mientras se paraba en la roca para poder quedar frente a frente con el mago- ¡mago! ¿por qué nos detuvimos?- insistió.
-porque el tiempo nos ganó... tendremos que pasar la noche aquí y mañana ver donde terminamos...- dijo desanimado el mago- ¡pero no podemos dormir!
- ¿por qué no?- pregunto un poco asustada por el brusco cambio de animo en Demious.
- porque es de noche y estamos fuera de todo,cada noche en mi país inventado es una aventura diferente, mañana, aunque esta noche no nos movamos de aquí, estaremos en un paisaje diferente, las criaturas de las noches son extrañas no las conozco a todas pero lo que si abunda en este lugar por la noche son los Kelfú...
- mago, ¿cómo es un Kelfú?
- shh, están cerca, no hables o podrán olfatear tu lengua... ahora solo sígueme.- el mago bajó de la roca a la pequeña y comenzó a caminar agachado entre las verdes espigas que el viento hacia bailar con más intensidad a medida que avanzaba la noche, Gris no podía llevar el paso de Demious por lo que dándose un impulso logró llegar a su lado y se aferró con ambas manos a una manga que estaba medio descosida en el hombro de Demious, él parecía caminar en círculos, en realidad eso hacia, buscaba un insecto, un pequeño insecto, un Lumino-ascuro, para generar las sombras de lo que los rodeaba y así poder guiarse mejor, pero las horas pasaban y Gris tenía sueño y del insecto nada... cuando Demious notó que su acompañante se caía, literalmente, de sueño, decidió sentarse junto a ella, no tenía ánimos de cargarla y después de todo pronto vendrían los vientos de los cristalinos y entonces ya no se podría caminar bien...
- Gris- dijo la pequeña, el mago la miró extrañado, pues el ya daba por sentado que ella era muda.- me llamo Gris... ¿por qué nos hemos detenido?- preguntó mientras se paraba en la roca para poder quedar frente a frente con el mago- ¡mago! ¿por qué nos detuvimos?- insistió.
-porque el tiempo nos ganó... tendremos que pasar la noche aquí y mañana ver donde terminamos...- dijo desanimado el mago- ¡pero no podemos dormir!
- ¿por qué no?- pregunto un poco asustada por el brusco cambio de animo en Demious.
- porque es de noche y estamos fuera de todo,cada noche en mi país inventado es una aventura diferente, mañana, aunque esta noche no nos movamos de aquí, estaremos en un paisaje diferente, las criaturas de las noches son extrañas no las conozco a todas pero lo que si abunda en este lugar por la noche son los Kelfú...
- mago, ¿cómo es un Kelfú?
- shh, están cerca, no hables o podrán olfatear tu lengua... ahora solo sígueme.- el mago bajó de la roca a la pequeña y comenzó a caminar agachado entre las verdes espigas que el viento hacia bailar con más intensidad a medida que avanzaba la noche, Gris no podía llevar el paso de Demious por lo que dándose un impulso logró llegar a su lado y se aferró con ambas manos a una manga que estaba medio descosida en el hombro de Demious, él parecía caminar en círculos, en realidad eso hacia, buscaba un insecto, un pequeño insecto, un Lumino-ascuro, para generar las sombras de lo que los rodeaba y así poder guiarse mejor, pero las horas pasaban y Gris tenía sueño y del insecto nada... cuando Demious notó que su acompañante se caía, literalmente, de sueño, decidió sentarse junto a ella, no tenía ánimos de cargarla y después de todo pronto vendrían los vientos de los cristalinos y entonces ya no se podría caminar bien...
viernes, 9 de julio de 2010
- Bienvenidos a mi país inventado, les saludo, abrazo y beso mil veces, aquí cada día sale un nuevo sol que ilumina, cada noche es una aventura. Mil paisajes podrían ver si se quedaran en mi país inventado.
¿su nombre?, aun no se lo he puesto, pero este lugar es conocido como "El reino de Algún día"- dijo feliz el mago mientras sostenía con firmeza la mano de la pequeña niña, quien miraba el rostro de este extraño hombre de tes clara, pelo alborotado y traje sucio y desgarrado, frente a ellos se tendía un amplio prado de verdes espigas que se mecían con el viento, a lo lejos, casi rosando el cielo; el cual cubría como un manto la llanura; se podía divisar un castillo solitario.
Él volvió la mirada a la pequeña, ella parecía no respirar ni parpadear, lo contemplaba estupefacta, no lograba entender nada de lo que este sujeto hablaba, luego él volvió la vista hacia atrás.- ¿dónde se fueron todos? ¡ah! se habrán dirigido hacia el castillo, seguro. Que impacientes ¿verdad?- volvió la mirada a la pequeña esperando una respuesta, un gesto, una señal de vida..., esta no respondió- que seriedad por Deuz, ¿o es que los Kelfú te comieron la lengua?- rió el mago- pero ya hablando en serio, cuídate de los Kelfú, que de verdad comen lenguas.- dijo, y con su mano derecha tomó su legua y la arrancó, la sacudió frente a los ojos aterrados de la pequeña, que no tendría mas de 8 años, y luego la volvió a su lugar.- ¿ves? a mi ya me la comieron, pero por suerte ese día encontré un hongo de Kirkin, esencial para la poción re establecedora... Son difíciles de encontrar, así que mejor cuida tu lengua.- la pequeña tapó su boca y miró de reojo a su alrededor, ella no tenía idea de como podría verse un Kelfú, por lo que decidió que era mejor no abrir la boca, por si acaso...
¿su nombre?, aun no se lo he puesto, pero este lugar es conocido como "El reino de Algún día"- dijo feliz el mago mientras sostenía con firmeza la mano de la pequeña niña, quien miraba el rostro de este extraño hombre de tes clara, pelo alborotado y traje sucio y desgarrado, frente a ellos se tendía un amplio prado de verdes espigas que se mecían con el viento, a lo lejos, casi rosando el cielo; el cual cubría como un manto la llanura; se podía divisar un castillo solitario.
Él volvió la mirada a la pequeña, ella parecía no respirar ni parpadear, lo contemplaba estupefacta, no lograba entender nada de lo que este sujeto hablaba, luego él volvió la vista hacia atrás.- ¿dónde se fueron todos? ¡ah! se habrán dirigido hacia el castillo, seguro. Que impacientes ¿verdad?- volvió la mirada a la pequeña esperando una respuesta, un gesto, una señal de vida..., esta no respondió- que seriedad por Deuz, ¿o es que los Kelfú te comieron la lengua?- rió el mago- pero ya hablando en serio, cuídate de los Kelfú, que de verdad comen lenguas.- dijo, y con su mano derecha tomó su legua y la arrancó, la sacudió frente a los ojos aterrados de la pequeña, que no tendría mas de 8 años, y luego la volvió a su lugar.- ¿ves? a mi ya me la comieron, pero por suerte ese día encontré un hongo de Kirkin, esencial para la poción re establecedora... Son difíciles de encontrar, así que mejor cuida tu lengua.- la pequeña tapó su boca y miró de reojo a su alrededor, ella no tenía idea de como podría verse un Kelfú, por lo que decidió que era mejor no abrir la boca, por si acaso...
inicio.
aquí comenzaré una nueva historia, aunque sea en fragmentos separados, pronto se unirán... espero.
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